domingo, 16 de octubre de 2016

LA CARTA DEL CORONEL

Hola a todos.

En algún lugar, muy al Sur de Zapaguato, existe una pequeña aldea que podríamos bautizar como...Chinchorria. De acuerdo, de acuerdo, pero al cabo el nombre es lo de menos, y además Macondo estaba ya cogido.

Perdida en la jungla más inextricable, atrapada entre profundos barrancos y espesas colinas pobladas por bellos ocelotes y culebras ponzoñosas, cercada por su inmensa y oscura laguna y olvidada por siempre jamás por el Poder y por la Gloria, dormita Chinchorria, con sus hieráticos canes pulgosos y sus entecos jamelgos, sus madrugadas de barro y sus cucarachas familiares, sus túnicas descoloridas y sus feas casuchas de ladrillo visto, que languidecen pertinaces a la sombra de frondosas hojas de palma. Sí, la vida pasa muy despacio en Chinchorria. O más bien...pasaba.

A estas alturas de la película, ya habréis sin duda adivinado que toda la agitación actual en la pequeña aldea tiene que ver con Zenovia Ortigo, y más concretamente con su paso por aquellos lares, y más concretamente con la ficha policial que durante más de diez años ha permanecido enterrada en una mugrienta carpeta, dentro de un gimiente cajón que se atranca, en un polvoriento y oxidado archivador propiedad de la Delegación de Policía de Chinchorria.

Por un azar de la vida, esta ficha ha ido a parar ahora a las manos del Coronel, el republicano, el que sí que tiene quién le escriba. Nosotros. Y (como sin duda habréis también adivinado), el asunto es pura dinamita. Política, Narcotráfico, Armas...para ser fieles a la verdad, la participación de la Princesa en el affaire es bastante colateral, a ratos incluso ingenua, pero sin duda mucho más que suficiente para...Veremos. Un saludo a todos.

Herederos de Pilar.

PD. Muy pronto daremos todos los detalles sobre el delicadísimo estado de salud del Rey, y sobre como ha vendido al Beduino, y sobre la nueva ilusión de la Princesa. Y sobre Federico, que con el deshielo regresa junto a su madre a Cornaria para establecerse definitivamente aquí, en Cortijo Imperial.

Ganbare Shinkoku Nippon! Arigato gozaimasu.

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