A PLENO PULMÓN

Hola a todos.

El Rey se muere…y nosotros también. Desde que nacemos. Tampoco nos hacía falta Aristóteles para llegar hasta aquí. Pero dejando de lado la silogística vamos a centrarnos en todo lo relativo a la intervención quirúrgica sufrida por Cachuzo, resaltando para empezar su característica más sobresaliente. La de que nunca existió.

Se trata en efecto de otra maniobra de distracción, un bluff destinado a ganar tiempo ante la prensa de Cornaria, la Multinacional escamada y, sobre todo, ante el Gobierno de Koka Kolus.

Entendámonos; los vespucianos no son desde luego tan escrupulosos como para incomodarse por tres mil millones de euros movidos aquí o allá. Pero les preocupan, y mucho, los flujos de capitales incontrolados que pululan por ciertas zonas sensibles de la Galaxia, particularmente el Golfo. Eso lo tipifican como capítulo de seguridad nacional, y por ahí no están dispuestos a transigir. Y la componente geoestratégica en la crisis matrimonial de los Pitiusos es muy significativa.

Cuando Cachuzo fracasó en convencer al Vicepresidente de sus Razones de Estado para dejarlo correr y echar pelillos a la mar, bordeó la apoplejía. También estaban a punto de publicarse dos extensos reportajes de investigación en nuestro planeta. Por todo ello, y tras el clamoroso fracaso de la estratagema de las nuevas fotos oficiales, pensó en recurrirse al anuncio de un tercer embarazo de la Princesa, pero hay ocasiones en las que las buenas nuevas no son lo bastante malas, así que se lanzó la Operación Pleno Pulmón, con despliegue gráfico a lo Colin Powell en los informativos planetarios incluido. La Reina Casiopea más risueña y comunicativa que nunca, Catalina desmintiendo rumores y Zenobia Ortigo y su actual marido sin enterarse de nada. Ni aún ahora se les ha contado la verdad. El Rey aprovechó entonces para hacerse otro chequeo (nunca vienen mal, y es cierto que está tocado, le quedan de tres a cinco años), y aquí no ha pasado nada. Y colorín, colorado…por ahora. Veremos. Un saludo a todos.