sábado, 15 de octubre de 2016

7-I-2010


Hola todos.

Incidente en la Cabalgata del Asteroide Littlewell, incidentes mejor dicho, pues de al menos dos podemos dar cuenta. Todo comenzó cuando un ciudadano de unos setenta años, tras reconocer entre la multitud a los Príncipes de Castrurias, les interpeló de la manera siguiente:

¡Caramba, si son el Leoncio y compañía! ¡Deja que me haga una foto con las chiquitinas Zenovia, que están muy majas!

La Princesa se negó en redondo, y retrocediendo apresuradamente instó a sus escoltas a interponerse entre las niñas y el gentío. ¡Nada de fotos! repetía una y otra vez, muy acalorada. Su marido también se abalanzó hacia un lado, atropellando a varios asistentes. El ciudadano en cuestión exclamó: ¡Pues vaya!, ¿sabes lo que te digo?, que en mi casa tengo cinco nietos muy rechulos así que ¡anda y qué os zurzan, aguafiestas!. Un agresivo escolta le reprendió entonces con un ¿pero qué formas son éstas? ¡Muestre más respeto hacia Sus Altezas!, y el prolífico abuelete respondió ni corto ni perezoso:

Con la venia mi mariscal yo es que tengo bula, resulta que mi padre también era taxista.

A todo esto la gente había empezado a arremolinarse, y un grupo de chicuelas que había presenciado la escena rompió a corear ¡Abajo la Ortigo, arriba la Esteban!. De inmediato dos furibundos escoltas se adelantaron para fichar a las feroces y subversivas muchachitas (o a las que ya disfrutaran de DNI, por lo menos), pero el Príncipe optó por dejarlo correr y trasladarse con su familia una docena de metros más allá, donde reanudaron alegremente su espontánea visita. Un saludo a todos.

Herederos de Pilar. 

PD. Las negociaciones con la tenista no avanzan, pues ella insiste en que no se trata tan sólo de dinero, sino del legítimo derecho de su hijo a ser legalmente reconocido.

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