Hola a todos.
Los abogados de Catalina y Josechu trabajan contra reloj para ponerse de acuerdo en las condiciones de su separación definitiva. Como podréis suponer, la redacción de ciertos textos se presenta tan ardua como delicada, desbordante de matices pasionales y escabrosos. Para empezar, hay que sacrificar a alguien, y aunque Josechu se mostrara inicialmente de acuerdo en llevar la peor parte, desde hace algunas semanas han comenzado a surgir algunas reticencias. Y es que la asunción de responsabilidades que, según el Plan Original, debería el católico y sentimental beach boy de Marmitukia de llevar a cabo, pasa por entonar un Mea Culpa tan definitivo y lapidario, tan rotundo y sin fisuras, que aparecería ante los ojos del mundo como un taimado profesional del desfalco y la estafa, un insensible barbián y redomado adúltero que nunca amó a su esposa, ni a sus hijos, ni...bueno, por ahí van los tiros. Y la familia del interfecto no está por la labor. Ellos opinan que la Historia no ha de escribirse así, porque no fue así. Y es por ello que el acuerdo inicial de ambos cónyuges, escenificar su divorcio de cara a la galería y seguir amándose por siempre jamás, se ha ido al garete. Ahora van a por sangre. Roja y Azul. Y...nos comenta la Jefa por encima del hombro que esta entrada parece más bien un folletín, pero...si la realidad supera siempre a la ficción ¿qué culpa tenemos nosotros?
En fin, y por cambiar de tema, si no hay futuro, ¿puede haber pecado? Los Brabones preparan "sus estrategias de continuidad" de cara a la Intervención de Cornaria, que tendrá lugar en otoño. Por si las moscas, Cachuzo ya ha puesto a buen recaudo el noventa y nueve por ciento de sus capitales flotantes en el extranjero. Los Castrurias hacen vidas separadas, los nuevos tortolitos (los recién casados, los de Castigalgo), también (sí, su matrimonio es una farsa), y el resto, pues como de costumbre, a lo suyo, Perséfone con su nueva ilusión, los niños creciendo mucho y etc, etc. Seguiremos informando. Un saludo a todos.
Herederos de Pilar.
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